8 de septiembre de 2013

Lo peor es lo de las uñas

Foto tomada de la red

Mañana me operan de la mano derecha, nada importante porque se trata del túnel carpiano pero, molestias de la operación aparte, lo que me da una rabia tremenda es esa manía que tienen en los hospitales de, para cualquier cosilla que te vayan a hacer, advertirte que vayas sin pintar, sobre todo las uñas. Vamos que encima de que las vas a pasar canutas no puedes ni ir mona y digo yo que las de las manos vale ¿pero y las de los pies por qué?. Yo tengo la sospecha de que lo hacen para que te sientas aún más indefensa, sin nada para defenderte, ni siquiera con tus armas de mujer; el caso es que antes te lo hacían sólo para meterte al quirófano y ahora hasta para una gastroscopia fuera pintura y yo, con las uñas sin pintar, me siento como Sansón sin pelo.

Y, por si faltaba algo, me ha dicho el cirujano que tendré que estar ¡3 semanaaaaaaaaaaaas! Con la mano quieta (no escribir, no cocinar, no nada de nada) y terminaré mordiéndome las uñas por la inactividad y dejándome unos muñones horribles, pero tengo la esperanza y casi la certeza de que me van a dejar muy bien y, además, me lo van a hacer en el hospital Quirón y, digo yo, si hace 15 días dejaron estupendo allí mismo a Xabi Alonso y tratan a muchos deportistas de élite ¿qué tienen ellos que no tenga yo para que los resultados sean los mismos?. Bueno en realidad ellos tienen mucha salud, menos años, mucho dinero y puede que otros muchos “muchos” más que yo pero, igual, les gano en esperanza.

Porque cuando llevas 3 años, 9 meses y 15 días pasándolas muy putas, cada vez con más problemas como estoy yo, no te queda otra que agarrarte a la esperanza y decirte a ti misma algo así como: ¿y por qué no va a ser hoy el día en que empezaré a salir de todo esto?.

Así que, a partir de mañana, empiezo mi cuenta atrás de operaciones (tengo 3 programadas) y le doy a mi cuerpo de plazo hasta final de año para empezar a portarse bien y dejarme vivir como antes, cicatrices aparte, aunque eso lo asumo como heridas de guerra, una guerra que, por supuesto, pienso ganar.

Callad, por Dios, ¡Oh buñuelo!.

(La foto es de otro día, los de hoy los haré esta tarde que no me ha dado tiempo) Callad, por Dios, ¡oh buñuelo! Que no podré resisti...