27 de noviembre de 2011

El ingrediente secreto


El bizcocho enfriándose, la carne con sus patatitas preparadas hasta que fuera la hora de meterla al horno, el almíbar con brandy para emborrachar el bizcocho al fuego, los mejillones y la cebollita y los pimientos fritos para los tigres enfriándose y yo con las manos ocupadas haciendo la bechamel y ha llegado ella.

Y yo hablándole y diciéndole: "ehhh, ni acercarte que se me pega la bechamel" y ella erre que erre, venga a dar vueltas y yéndose al bizcocho, y yo con mi bechamel y girando la cabeza como la niña del exorcista y poniéndola verde y diciéndole que se fuera.

Pero ella ni caso, a lo suyo, ahora a asomarse al almíbar y yo en voz alta y acordándome de toda su familia: "mala bomba te caiga, mira si te ahogaras en el almíbar y te recito lo de Samaniego, lo de por golosas murieron presas de patas en él..." y me ha hecho caso y entonces se ha ido a por la carne, el caso es meter la nariz en todo y yo igual, casi a grito pelado con ella, y al final consiguiendo que no lo tocara, porque una cosa es preparar otro almíbar y otra tirar la carne.

Y luego, para rematar la faena, se ha venido a la bechamel y ahí yo ya no podía más y le he dicho: "tú vacílame que aún vas a ser hoy el ingrediente secreto, por tonta el haba".

Entonces, sólo entonces y bajo amenazas de muerte, me ha hecho caso y se ha ido por la ventana por la que había entrado, justo cuando yo había terminado la bechamel y estaba echándome mano al mocasín para cargármela con toda la alevosía que fuera posible.

Ella, la cotilla impertinente, era una mosca y yo me las cargo a golpe de mocasín porque son inmunes al insecticida y tengo narices a morirme yo antes que ellas. Luego, se limpia la zona donde ha sucumbido con lejía o amoníaco y hasta la próxima, a esperar a los parientes que vienen a su funeral.

Después, cuando me han preguntado con quién hablaba, yo muy digna he respondido: "¿estáis tontos o qué, con quién voy a hablar si estaba sola?".

26 de noviembre de 2011

Ahora es el Tiempo


Se acerca cada vez mas el sol
a los corazones de los hombres
a algunos les quema y deja ampollas por fuera
a otros, les hace cenizas por dentro
a todo lo antiguo
para que las semillas se nutran
y den frutos nuevos

Ahora es el tiempo de coger por asalto
el corazón de los seres
y , sin compasión,
secar las lágrimas de los que sufren
para que encuentren dentro de si
un arma
que sin punta ni fuego
acabe de un golpe
con la ignorancia del ego

Cada cual en su papel recibe su premio
aquel que ha merecido a traves de los tiempos

Aunque el olvido vaya agotando tus pies
y las lágrimas de tus ojos llorosos puedan borrar la fe en ti,
recuerda,
que siempre el mundo quedara testigo
de tu andar en la tierra.

¡ Camina!
Ve poco a poco
más allá de cualquier dualismo
encuentra la luz que guía tus pasos
destierra la pereza de tu cuerpo cansado
y sumérgete en la alegría del Todo
que comparte sin hacer diferencias

Que tu forma de hacer
la dicten las estrellas
y así alcances el corazón de tu ser
a traves de ellas.

25 de noviembre de 2011

¿A que me voy a un convento?


¿A que me voy a un convento? es una frase que digo yo de vez en cuando en casa pero que jamás cumpliría. Empecé a usarla hace muchos años cuando saltó la noticia de que en ciertos conventos alquilaban celdas, en plan vacaciones, para personas que quisieran disfrutar de tranquilidad. Así que, cada vez que en casa se ponen un poco plastas (y muchas veces sin ponerse), les amenazo con irme y les digo: "¿a que me voy a un convento?".

Y que conste que no soy yo sola la que lo dice porque, sin ir más lejos, Mayte es muy aficionada a decir algo parecido, aunque ella dice monasterio en lugar de convento y, "por su culpita", incluso escribí lo del monasterio rosa.

Pero, volviendo a mí, ahora no se lo digo a mi familia, se lo digo a Blogger, porque llevo 15 días que me tiro de los pelos con mi cuenta. Resulta que voy un día a entrar y me sale un mensaje de Google diciendo que habían anulado mi cuenta por una actividad excesiva (cosa que, a no ser que la cuenta tenga vida propia, no es cierta), conseguí recuperarla pero los problemas no terminaron ahí porque se borran mis comentarios en otros blogs incluso después de publicados, otros los detecta como spam y se me borra la lista de lectura, total o parcialmente.

Así que voy a utilizar la cuenta de reserva pero, como en esta no tengo lista de lectura, me tenéis que perdonar si no os comento en los próximos días porque tendré que hacerla nueva, eso si no me voy al convento.

20 de noviembre de 2011

Historia de lo nuestro



Voy a contar la historia de lo nuestro,
del amor que nos une para siempre,
de ese que, a veces, me provoca fiebre
tan sólo con acariciar tu rostro.

Voy a decir que somos uña y carne
y que jamás podremos separarnos
porque eso sería como morirnos
y es imposible para lo perenne.

Diré que, cuando pase mucho tiempo,
llegará un día en que no tengamos cuerpos
ellos serán ceniza en cualquier campo

pero también diré, cariño mío,
que nuestras almas volarán unidas
y tendremos la eternidad de premio.

18 de noviembre de 2011

El canto de la lluvia


Mecida por el canto de la lluvia,
te añoro como siempre que no estás
sin tí paso, mi amor, las horas muertas
duele tu ausencia, mi apatía es obvia

cierro los ojos y sueño despierta
abrazada imaginariamente a ti
y pienso en los fantasmas que abatí
sólo con la imaginación abierta

a tus caricias y a tus dulces besos
a tu forma de amar maravillosa
cuidando, Amor, por siempre mis desvelos

como una reina haciéndome sentir
te noto, Amor, aún sin estar conmigo
y eso, mi vida, para mí es vivir.





P.D. Llevo días con problemas con mi cuenta, primero me la anularon por una supuesta actividad excesiva, luego la recuperé y ahora la mayoría de mis comentarios los detecta el sistema como spam y no los publica. Si a alguien le ha hecho mi cuenta alguna trastada lo siento, pero me declaro inocente de lo que sea.

16 de noviembre de 2011

Pajaritos fritos


Aunque ahora ya no se ven en los bares porque están prohibidos, hasta no hace tantos años era muy normal ver unas fuentes llenas de pajaritos fritos que la gente apreciaba mucho como aperitivo.

Los pajaritos en cuestión eran, al menos en su gran mayoría, Tordos y a mí, que nunca me han gustado (en realidad ni siquiera me planteé nunca probarlos), me daba una penita tremenda de verlos ahí tan pequeñajos e imaginaba la indefensión de los pajaritos.

Pero eso era antes, ahora entiendo perfectamente lo de los tordos fritos porque son unos bichos de lo más cochino que tienen como afición coger aceitunas maduras y dejarlas caer en las terrazas, con lo cual lo ponen todo perdido. La culpa en realidad no es de los tordos, es de los Ayuntamientos a los que desde hace tiempo les ha dado por poner olivos en cualquier jardín o redonda o parterre donde vean un poco de espacio y, claro, como los pajaritos parece ser que hacen la estupenda dieta mediterránea pues se van al olivo, cogen la aceituna y luego se van a tu casa y te dejan a tí los huesos o la aceituna entera (dependiendo, supongo, de la habilidad del bicho para comer mientras vuela).

Esta mañana, sin ir más lejos, entre huesos y aceitunas había 35 en mi terraza, cosa que no tendría mayor importancia si los dejaran todos juntos pero no, ellos tienen que desparramarlos y poner uno aquí, otro dos metros más allá y el otro en la otra punta y manchar el suelo y los azulejos de la pared así que, desde aquí, le hago un llamamiento al "Defensor del Tordo" (seguro que lo hay) para que hable con los que me visitan y les digan que, o deponen su actitud y dejan de ponérmelo todo perdido, o me compro una escopeta de perdigones y me lío a tiros con ellos y los hago fritos porque, aunque la culpa sea del Ayuntamiento por poner olivos en la ciudad, tampoco puedo liarme a tiros con el alcalde y freírlo.

14 de noviembre de 2011

Me he cargado a la negra



Como sabe hasta el Tato (porque lo he puesto más de una vez), me he cambiado de casa y, aunque he tardado más que tardaron en construir El Escorial porque ni estoy para muchos trotes ni tenía prisa, ya puedo decir eso de "ya estáaaaaaaaaaaa", en realidad aún me falta amueblar una de las terrazas, cosa que no haré hasta la primavera porque esa es la que da al norte y no la vamos a utilizar ahora y así me da tiempo a hacer 20 proyectos distintos.

Estos días de mudanza he tenido que aguantar de todo, desde que si ahora no viene el del gas y mañana me falla el fontanero hasta que me perdieran parte de los muebles de los baños en una agencia de transportes pasando por la lata que me han dado mis hombres.

He soportado estoicamente y defendido mi inocencia con uñas y dientes cuando me han dicho, más que reiteradamente, que tengo algo así como el síndrome de Diógenes pero en fino y he tenido que estar más vigilante que un doberman porque, si me llego a descuidar, me hubieran llevado al trastero de todo, desde mantelerías y sábanas hasta parte de mi ropa.

Me han acusado (con alguna razón) de acumular vajillas, cristalería y sábanas y mantelerías bordadas en las que (palabras textuales de uno de mis hijos) "jamás en 26 años recuerdo haber comido" pero yo, aunque reconozco que tiene razón, le expuse las motivos por los cuales todas esas cosas no pueden acabar en el trastero y él, cabezota como una mula, erre que erre insistiendo y diciéndome: "pero ¿las vas a usar alguna vez?" y yo, acorralada, ya terminé por prometerle que síiiiiii, que las voy a estrenar todas (lo que no le dije es que las planchará él, así que, en cuanto pase por el trance de planchar su primera mantelería de hilo bordada seguro que cierra el pico para siempre).

También me han acusado ¿cómo no? del asunto de las sandalias y los bolsos, insistiendo como siempre en que para qué necesito tantos y ese largo etc. que siempre dicen la mayoría de los hombres que no entienden que nunca son suficientes. Así que, para callarles la boca, tiré un bolso y les dije: "hala, ahí tenéis el sacrificio, a partir de ahora calladitos o tenemos un problema".

Ha habido momentos en los que me he desesperado porque, francamente, ni yo misma entiendo cómo en los otros muebles me cabía todo y en estos, aunque me he dejado en la otra casa un montón de cosas porque la he alquilado amueblada, parecía que no cabían. Pero al final he conseguido organizarlo y guardarlo todo.

El momento de guasa lo tuve con mi madre (tiene demencia senil y digamos que va todo el día pegada a mí como un bebé) cuando, colocando mi ropa interior y mis camisones (ella lo sacaba de las maletas y me lo daba para guardarlo), salieron los bodys y alguna otra cosilla de lencería (de la que reconozco soy una forofa empedernida) y me preguntó: "¿oye y esto abriga?" y yo, mordiéndome la lengua y reprimiendo la carcajada, le contesté: "no mucho, mamá", cuando estaba a punto de decirle: "no, mamá, abrigar no abriga pero calienta" pero, afortunadamente, me callé a tiempo porque hay cosas que tampoco es plan que las vea una madre.

Sufrí y lloré con el momento uñas porque dossssssss veces he tenido que cortármelas porque me he roto alguna y, teniendo en cuenta que hacía 26 años y 3 meses que no me las cortaba (las de las manos, digo) al vérmelas de pronto cortitas me entró una depresión de caballo, a la par que una inutilidad tremenda porque no sé hacer nada con las uñas cortas. Y sé exactamente que me las había cortado hacía 26 años y 3 meses porque fue cuando nació mi hijo y, entre mi madre y mi tía, me convencieron para cortármelas diciéndome: "córtate esas uñas que vas a arañar al niño" y yo, primeriza, me las corté y suerte tuvo de que me crecen pronto porque, como al cortármelas me quedo inútil, jamás ha estado el pobre más en peligro que entonces.

Y hoy, cuando hemos terminado de colocar las últimas cajas, nos hemos cargado a la negra y la hemos tirado a la basura, para que luego digan que lo guardo todo (la negra es la muñeca hinchable que le compré a mi hijo para gastarle una broma, cosa que ya conté aquí y que, por si alguien no lo ha leído y quiere hacerlo, pongo al final).

Y ahora, en cuanto me hagan análisis y las tropecientas pruebas médicas que tengo pendientes y me espabile un poco, me voyyyyyyyyyyy unos días sola y me los dejo a los 4 aquí porque me tienen hasta el moño y necesito un respiro.

12 de noviembre de 2011

Más de 300.000






Anoche entré al blog y, mirando el contador de visitas, constaté que estábamos a punto de hacer las 300.000 visitas, en realidad faltaban 3 y, trasto como soy, le di 3 veces a reiniciar la página y capturé la imagen que ilustra esto, porque me hacía a mí ilusión, mira tú por donde.

Y ahora, poniéndome seria (al menos lo intentaré), quiero agradecer a todos nuestros lectores esa fidelidad que nos regalan y a todos ellos, a los poquitos que nos comentan y a los muchísimos que nos leen desde 121 países diferentes, darles las más encarecidas gracias.

Yo antes escribía mucho más, incluso había días en los que llegaba a poner dos o tres post, pero ahora es que no puedo, sencillamente no me dan mis manos para tanto aunque la cabeza me bulla de ideas. Tampoco respondo ya a los comentarios por el mismo motivo, porque mis manos se quejan y tengo que dosificarme, pero sí quiero que sepáis que os llevo a todos en mi corazón y que, aunque parezca una tontería, me emociona cada una de las visitas que recibimos, que me enorgullece meterme por ahí a las estadísticas del blog y ver que un escrito mío lo han pinchado más de 17.500 veces y que, aunque no os conozca personalmente y probablemente no lo haga nunca, os quiero mucho.

Llevaba días queriendo escribir algo un poco especial para celebrar un poco lo de las 300.000 visitas, en realidad lo bueno hubiera sido hacer algo entre Manasés y yo, ya que somos algo así como "los últimos de Filipinas" pero, como no nos ha dado tiempo, a continuación pongo nuestra versión a dúo de Torquemada que pusimos en el otro blog y, de paso, mi querido Manasés, aprovecho para recordarte que la historia a dúo nos espera, así que elige otro personaje y vamos a darle un repasito juntos.

Torquemada:
(Prosa de Manasés y verso de María)

Corría el año 1483, reinaban en aquel tiempo los reyes católicos, Isabel y Fernando en el reino de España. Para ese tiempo fue nombrado inquisidor general, un fraile dominico llamado Tomás de Torquemada. Este señor, por llamarlo de alguna manera, era, irónicamente, descendiente de judíos. La idea era conservar la pureza de la fe católica, pero su crueldad para los sospechosos de la fe no tuvo límites.

En aquel entonces el vicario de cristo era el Papa Sixto IV, quien elogió al fraile por, según el: “haber encaminado vuestro celo a esas materias que contribuyen a la alabanza a Dios”.

A final del siglo quince
con Isabel y Fernando,
Los Católicos, reinando
hubo un fraile un poco lince

de Isabel fue confesor
de joven allá en Segovia,
luego, gracias a su labia,
fue nombrado Inquisidor

y este fraile dominico
descendiente de judíos
la tomó con los impíos
y se volvió paranoico

siendo Papa Xixto cuarto
le alababa su crueldad
su falta de humanidad
y las torturas de infarto

Con el tiempo se murió y su sucesor, el Papa Alejandro VI, asustado por los excesos de Torquemada, trató de minimizar su poder mediante el nombramiento de otros inquisidores, pero no le sirvió de mucho, el fraile continuó con su poder absoluto durante 15 años, se cree que mas de 114.000 fueron sus victimas, de las cuales, según los registros existentes, 10.200 terminaron en la hoguera y, según la Enciclopedia Británica, fueron miles las personas que huyeron a otros países sin contar los que fueron encarcelados, torturados y desposeídos de sus bienes.

Cuando el Papa se murió
y le sucedió Alejandro
quiso anular el engendro
que su antecesor "parió"

más tanto era su poder
que quince años más siguió
y más de cien mil apresó
y mucho hizo padecer

algunos fueron libertos
de sanbenito cargados
y sus bienes requisados
mas unos diez mil doscientos

terminaron en la hoguera
murieron asados vivos
ante pueblos efusivos
que exhibían necia ceguera

y callaban y gozaban
viendo morir a esta gente
en nombre, supuestamente,
de la fe que promulgaban


Parece ser que este personaje estaba convencido que su labor era parte de su servicio a Cristo, cosa que hacía por la sencilla razón de que la doctrina de la iglesia católica justificaba sus actos.

Cristo, sin embargo, ya advirtió que el celo mal dirigido incluso llevaría a muchas personas a matar gente inocente, imaginando que estaban rindiendo servicio sagrado a Dios. (Juan 16:2) “Los expulsarán de la sinagoga. De hecho, viene la hora en que todo el que los mate se imaginará que ha rendido servicio sagrado a Dios”.

Los métodos de Torquemada son una fiel muestra de las consecuencias de un celo mal conducido, endurecido por la intolerancia.

En su libro Vicarios de Cristo. La cara oculta del Papado, Peter De Rosa dice de los inquisidores: “En nombre del papa, fueron los responsables del asalto más atroz y prolongado contra la dignidad humana de la historia de la humanidad”.

El tío estaba convencido
de la barbarie que hacía
"Yo sirvo a Cristo", decía
pues para ello he nacido

Cristo ya lo había advertido
pues dijo en la Biblia Juan
que tiempos malos vendrían
y, creyendo haber rendido,

a Dios servicios sagrados
de la Iglesia expulsarían
y más tarde matarían
a inocentes acusados

y la Iglesia, equivocada,
justificaba sus actos
pues, envuelta en grandes fastos,
prepotente y ofuscada

se alejó de la verdad
y se volvió intolerante
tan corrupta y tan distante
que olvidó la dignidad

y, en el nombre de la fe,
"luchando" por protegerla
hicieron una gran burla
del mandato de su "Jefe"

El 10 de diciembre de 1948, se publicó la carta de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, adoptada por las Naciones Unidas. En su artículo 18 reconoce el “derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión”, lo que incluye la libertad de cambiar de religión, así como de enseñarla y practicarla.

Aunque muchos católicos se lamenten ahora de la intolerancia religiosa de hace mas de 500 años, ¿ha cambiado algo?. Ya no se quema a la gente en la hoguera, pero muchos llamados cristianos siguen violando y matando a los fieles de otras religiones. Esa intolerancia no agrada a Dios. De hecho, Jesucristo, el único que refleja a la perfección la personalidad de Dios, declaró: “En esto todos conocerán que ustedes son mis discípulos, si tienen amor entre sí” (Juan 13:35).

Con los Derechos Humanos
libertad de religiones
pensamiento y opiniones
en teoría ya tenemos

ahora muchos se lamentan
de la "Santa Inquisición"
sus "actos de contrición"
no quieren que se repitan

más la triste realidad
es que, aunque ya no se quemen,
muchas personas padecen
muertes y cautividad

persecuciones y odios
por creer a su manera
por tener como bandera
sus creencias y a su Dios.



Gracias, de nuevo, muy encarecidamente.

7 de noviembre de 2011

DESPIERTA


¿Qué es la vida? eso es lo que me pregunto, ¿acaso es una neblina que cuando despunta el sol desaparece?

¿Quizás es una sombra que pasa rápidamente y sin darnos cuenta va dejando atrás un vacío lleno de sufrimiento?.

¡Sí¡, ¿qué es la vida si no te tengo?. ¿Qué puedo hacer si me faltas?. ¿Qué esperanza tengo si tú no estás?

Voy pasando, entre tinieblas, y me encuentro ante una densa oscuridad, me ahogo y siento que no me llega el aire a los pulmones.

Finjo que todo es normalidad, sé que debo callar, sé que este vaso que tengo entre mis dedos esta lleno del liquido de la desesperanza, porque no te tengo.

Quiero despertar de esta pesadilla y al despertarme encontrarte a mi lado. ¡Te despertaré ansioso!.

Te miro y te grito: "¡despierta ya!". Toco tu cuerpo y te siento fría, debe ser la escarcha que entró por la ventana. Y te cubrió como un manto. Sí, un manto de muerte.

No respondes a mis llamadas, poso mis labios sobre los tuyos, esos labios que tantas veces te han hecho vibrar.

Quiero que despiertes, que sientas el anhelo de tu amado.

Te llamaré por tu nombre, sé que tu me responderás.

¡Despierta ya¡, sé que estás deseando que te rodee con mis brazos, sé que estas deseando volver a contemplar a tu amado.

Si te vas quiero irme contigo, vagaremos por las oscuras tinieblas.

Nos prometimos eternidad, nos prometimos vida, me prometiste que me harías gozar con tu cuerpo para siempre. Ese gozo que los dos nos daríamos eternamente el uno al otro.

Sé que esta noche yo te llamare por tu nombre y tu me responderás.

¡Despierta ya!

Callad, por Dios, ¡Oh buñuelo!.

(La foto es de otro día, los de hoy los haré esta tarde que no me ha dado tiempo) Callad, por Dios, ¡oh buñuelo! Que no podré resisti...