19 de julio de 2010

UNA HISTORIA DEL AYER IIII




La temporada de fruta ha terminado, ha decidido marcharse a Francia. Se lo ha comunicado en la última carta, además al final ella ha comprendido que la situacion no ha mejorado, que no hay otra cosa, que no tienen otra salida, que tendran que seguir sacrificándose. Ella le ruega que se cuide y que le escriba tan pronto llegue.

Con dos compañeros que llevan contrato de trabajo, toman camino los tres hacia la frontera de Francia, el primer escoyo que debe salvar es el demostrar que va de turista, llevando el dinero que no ha mandado a su mujer para acreditar que tiene medios para subsistir.

Una vez pasado el control aduanero sin apenas dificultad, se encaminan a la zona de campiña donde espera que lo contraten.

Han tardado dos días en llegar, una vez en el lugar no ha tenido problemas para que le contrataran ya que va con estos dos compañeros, lo contratan sin papeles, el único problema, será que no podrá salir de la finca ni ir al pueblo ya que los gendarmes lo pueden localizar y expulsar inmediatamente sin cobrar ni tan siquiera las peonadas ya realizadas.

El trato con el patrón es muy bueno y sus condiciones son las mismas que los contratados, le quedaban dos puestos por ocupar, uno de cortador y otro de cargador, en la de cargador le pagan un franco más y por eso ha escogido ese puesto de trabajo.

No tendrá problemas con el dinero que tenga que enviar a su esposa ya lo tiene solucionado, el hijo del patrón, se encargará de hacerlos en su nombre. Las condiciones de la vivienda están muy bien e incluso la comida que les proporciona el patrón es muy digna, así que ha tenido mucha suerte.

Querida y amada esposa:

Te escribo estas cuatro letras esperando que a la llegada de esta mía, te encuentres bien en compañía de nuestro hijo, yo bien gracias Dios.
Estoy muy contento, todo me ha ido bien desde que he llegado a Francia, y ahora a trabajar mucho y ganar todo el dinero que pueda, ya que tenemos un extra según el trabajo y horas que haga, te seguiré enviando dinero y a esperar que pase el tiempo y pueda volver a casa con vosotros.
Os añoro, sobre todo a ti mujer, que te amo más que nada en este mundo y te echo tanto de menos que no veo pasar los días como yo quisiera y tenerte de nuevo entre mis brazos y hacerte el amor como tantas veces lo hemos hecho. A veces me quedo dormido soñando en los dias que nos quedan que pasar, que todo esto terminará, volveremos a hacer planes juntos, reiremos y lloraremos al compás y te prometo que nunca volveremos a separarnos ni un minuto más,compañera de mi vida, mi amor hecho realidad.

Continuara…..


7 comentarios:

María dijo...

Hoy me estoy reconciliando un poco con la historia, de momento parece que le tratan bien y las condiciones de trabajo y alojamiento son aceptables.

Besos

wppa. dijo...

Me alegra saber , que por lo menos a el personaje , se le mejoran las condiciones ,ya que tiene que sacrificar tantas cosas, por lo menos que tenga una vida digna.
Espero la siguiente entrega.
Un beso
wppa.

LIA50 dijo...

Hermoso relato lleno de añoranzas, que ien lo haces...Un beso cariño Lía.

Scarlet2807 dijo...

Fibo, me alegro que se le estén dando mejor las condiciones al personaje.
Y con respecto a ¿como escribes?, cada día lo haces mejor, me encanta
Un gran beso, Scarlet2807

* Inés * dijo...

Yo no te hablaré de la historia que nos traes, es tuya.
Mimas cada renglón, cuidas con esmero las tildes. Espacias dando un compás al lector. Explicas muy bien lo que tienes pensado.
Eres ordenado en las ideas.
Utilizas un lenguaje cómodo al lector. Transmites interés y sabs transportar al tiempo en el que lo ideaste.
Le dotas de una calidez humana, que hace enternecer a los ojos que te leen.
Felicidades, me has convencido.
Gracias, siempre.

D'MARIE dijo...

Exelente,,como siempre unapinturita lo tuyo...gracias por compartir
Besis

Alejandro dijo...

Esta vez te has puesto serio ¿eh, amigo?, el tema lo merece.

Un abrazo

Callad, por Dios, ¡Oh buñuelo!.

(La foto es de otro día, los de hoy los haré esta tarde que no me ha dado tiempo) Callad, por Dios, ¡oh buñuelo! Que no podré resisti...