24 de enero de 2010

Días y "días"

Como suele pasarles a muchas personas, hay días y “días”.
Hoy es uno de esos “días”, mientras me vestía esta mañana, pensaba en el amor. Hay un pensamiento que me viene rondando desde hace varios días, he notado el amor, o el sentimiento que ronda por esta página o blog, es admirable y, porque no, a veces envidiable. Lamentablemente no estoy en ese estado de gracia, que es sumamente bello como así también complicado.
Estoy rodeado de amor, en vano sería negarlo (además salta a la vista de quienes me conocen), pero no es el amor de una mujer; que es a lo que me refiero precisamente. No sé si es necesario o no, para que un hombre se sienta bien, tener o no el amor de una mujer, es muy lindo cuando la utopía de amor eterno se siente (y más aun cuando se vive), pero es en la realidad cuando chocan las ilusiones y sueños, y en muchos casos estos caen destrozados, o como mínimo se resquebrajan.
Me preguntaba ¿Cómo escribirle a una mujer que no está? No puedo escribir al amor añorándolo, tengo que sentirlo, para que mis palabras broten de mis pensamientos, para que el corazón no solo empuje sangre sino sentimiento.
Es evidente que a veces la soledad suele ganarme algunas batallas, me hace divagar.
Como escribí en otras oportunidades, en ciertos momentos uno se da cuenta de lo solo que se suele estar, y de allí los devaneos literarios como este.
Dichoso de quien este enamorado o enamorada, que cuide su amor tanto como a sí mismo. El amor no solo es un sentimiento, es un estado de vida que se debe mantener, respetar, alimentar día a día para que no enflaquezca, y si bien esta rodeado de momentos mágicos o palabras lindas, también suele venir acompañado de dolor, en menor medida, pero esta.
Perdón por este escrito, pero tenía que decirlo (soy como los sapos, lo sé, reviento si no me expreso), no puedo escribirle al amor si no lo siento.
Todos, o la gran mayoría, volcamos sentimientos en hijos, hermanos, padres, y esos amigos o amigas que suelen estar allí, que nos acompañan y nos ayudan a mantener contacto de cariño con gente de carne y hueso. Eso es otra cosa, bella, pero diferente.
Los seres humanos necesitamos una persona especial en momentos especiales, alguien que con su mirada nos hable, con sus manos nos toquen el alma, con sus palabras riegue nuestros corazones, con su aroma impregne ese momento y lo haga único. Esto es válido tanto para hombres como para mujeres.
Como escribí, también, en alguna oportunidad, podemos morir de enfermedad, accidente o lo que sea, menos de soledad o de amor…de eso no se nos está permitido.
Buen día para todos.

1 comentario:

Mayte® dijo...

Todos tenemos dias Mario, días y días.
Yo nunca escribo sobre el amor porque no me resulta facil hacerlo, cada uno escribe sobre lo que le motiva y a ti te motivan muchas cosas porque te he leido escribir sobre muchos temas.

Un besito a la distancia y ánimo

Callad, por Dios, ¡Oh buñuelo!.

(La foto es de otro día, los de hoy los haré esta tarde que no me ha dado tiempo) Callad, por Dios, ¡oh buñuelo! Que no podré resisti...